El Beso Eterno en el Puerto Deportivo de Ceuta

El beso eterno en Ceuta

A la vera del faro, justo donde las olas acarician las piedras del muelle norte y el viento susurra secretos a las gaviotas, surgió este rincón mágico en el corazón de Ceuta: ‘Beso Eterno’.

Un lugar que hemos decidido crear para que las parejas enamoradas, tanto caballas como visitantes, con sus almas entrelazadas, acudan a este sitio para inmortalizar su amor. Bajo la mirada de Hércules, coloso de bronce, contempla la escena con ojos eternos. El aire se impregna de sus suspiros y las estrellas, cómplices silenciosas, observan desde lo alto. Su mirada, fija en el horizonte del Estrecho de Gibraltar, parece traspasar los límites del tiempo y el espacio.

La idea nace de un poema en la pared, a los pies del faro, escrito probablemente por un corazón ardiente como el sol en su cenit. Versaba así: ‘Ella, prohibida como la luna en eclipse, un verso prohibido en mi piel. Te busco en los rincones oscuros, te encuentro en los versos que no se leen’. Pero su amor no era uno cualquiera. No, era un amor prohibido, de los que habitaban en los sueños y los versos, pero no en la realidad. Un amor clandestino, como las olas que besan la orilla en la penumbra de la noche.

Los enamorados llegan al crepúsculo, cuando el cielo se tiñe de tonos cálidos y las sombras se alargan. Se toman de la mano y se acercan al cuadro del beso eterno. Sus labios se encuentran, y el tiempo se detiene. El faro, testigo silencioso, proyecta su luz sobre ellos, como si quisiera iluminar su amor en la oscuridad.

Y así, en ese rincón del puerto, donde el mar y la tierra se abrazan, las parejas sellan su amor. El Beso Eterno trasciende las palabras y se convierte en un poema sin fin.

Que este lugar sea un recordatorio de que el amor no entiende de normas ni de tiempo. Que las almas valientes desafíen las convenciones y se atrevan a amar sin límites. Y que el Beso Eterno perdure, como un faro en la tormenta, guiando a quienes buscan el amor verdadero.

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